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Fotografía: Elvis Zapata |
Obra: El país de las mujeres hermosas
Grupo: Teatro La Hora 25
¿Dónde la vio? En Teatro La Hora 25
¿Cuándo? El viernes 23 de octubre
Por: Laura Giraldo García
Si me voy
antes que vos
si es así
que está dispuesto
quiero que
tus noticias
hablen del
aire y del sol
Jaime Roos
y Mercedes Sosa
Mi casa se
vuelve a caer
Mis flores
se mueren de pena
Mis
lágrimas son charquitos
Que caen a
mis pies
Bebe
Ya antes había visto puestas en escena del teatro La Hora 25, en el Pablo Tobón, en el Lido pero nunca en la propia sala del teatro y… ¡tremenda obra con la que me recibe esta sala! “El país de las mujeres hermosas”, obra que ha estado en temporada estos últimos días y que se hace como homenaje a su dramaturgo y director Farley Velásquez.
Al entrar en la sala recordé de
inmediato aquella primera obra que vi de este mismo grupo en el Teatro Pablo
Tobón Uribe, hace ya bastantes años. La obra se llamaba Electra y el escenario
era de un polvo blanco que, desde donde yo estaba ubicada, parecía sal. Bien,
este escenario es similar, una arena blanca y suave, piedras en un extremo,
unos troncos de árbol y una pileta de agua son los elementos que la conforman y
sobre éste cuatro mujeres, las mujeres hermosas que aluden al título de la obra.
Se hacen llamar Abril, Octubre,
Junio y Septiembre y cada una de ellas es el rostro, el cuerpo y la voz de
mujeres que han sido víctimas del conflicto armado de nuestro país, mujeres que
han padecido la vida y sus desconciertos. Abril representa a una actriz de
teatro que se suicidó en el año 2005, Octubre es una mujer asesinada en una
masacre perpetrada por paramilitares en Apartadó, Antioquia, Junio, una pequeña niña
araucana asesinada por las fuerzas armadas de Colombia y, finalmente,
Septiembre quien representa a una mujer que lleva más de 25 años buscando a su
marido desaparecido.
Con este panorama, la obra
permite extraer un sinnúmero de reflexiones frente a la realidad del país,
preguntas, afirmaciones, llanto, más preguntas frente a esto que pasa, más
incomprensiones frente a la guerra y al dolor que viene con ella. Porque “El
país de las mujeres hermosas” puede ser una obra interminable. Porque es la
mujer en medio del conflicto, esa mujer vulnerable ante un fusil pero fuerte
ante la vida, resistente ante el dolor.
Una de las cosas más
sorprendentes de esta obra, a mi modo de ver, es la actuación de Junio, pues, en
realidad, es una niña la que actúa, Emiliana es su nombre. Es verla al lado de
otras tres mujeres y sentir algo diferente en la puesta en escena, una voz
infantil narrando una historia en la cual la protagonista era una niña; es
conmovedor y absolutamente bello.
El agua y el fuego también son
elementos que aportan a la construcción de las historias, van apareciendo
sutilmente y se van haciendo presentes en la musicalidad de la misma, junto con
otros sonidos que van emergiendo, letras de canciones que se conjugan con cada
historia y que, al escucharlas, incluso en la voz misma de las actrices, algo
más sucede en esta intimidad teatral.
Poesía, belleza e historia son
tres palabras (y sé que son pocas) con que definiría a esta obra que tanto
logró conmoverme.