En una cuadra en la que las protagonistas son las empanadas y hamburguesas y las ventas de licores y otros vicios, al lado de una óptica y cerca de un parqueadero, sobresale el colorido estridente de una puerta angosta que lleva sobre su marco el nombre de ese otro vicio que a ellos los consume: TEATRO.
Esa es la entrada al Teatro Oficina Central de los Sueños, cuna de conversaciones, creaciones y fantasías. Allí nos recibió Jaiver Jurado, su director, quien nos permitió escudriñar en el corazón de su sala.
(Para escuchar el audio, ir hasta el final del post)
Un programa muy interesante, es una manera de visibilizar las artes escénicas de nuestra ciudad. Gracias Hermanitas Giraldo
ResponderEliminar